El día que estuve enamorado de ti
Amanecer o, mirarte bien en la mañana
Abro las fabricas de legañas
Sonrío al verte en el suelo
Con mi saliva hasta en las pestañas
y mis ganas de tenerte enredadas en el pelo
Voy a desayunarme tu piel a tiras
espolvoreándola con tu brillo de hada
Que canalla que fue la Luna
que nos gastó anoche la mermelada
Nuestros pies han cogido a las desertoras
fugitivas sabanas de la batalla
Lucharon demasiadas horas
entre el fuego y los mordiscos de la cama.
No me mires con esa cara de Loba,
no quieras que me encienda esa mirada
Que te clavo las fauces en el cuello
y llenamos de cachorros la manada
Mediodía o, tus ojos en mi espalda
Nos envuelve el calor de la alegría
Señalan los ojos del parque
No se si por nuestras manos cosidas
o por lamernos con tanto arte
Sangrando hormonas a raudales
por tus ojos que se clavan
en mi cara de estar contando los lunares
del sueño de tu espalda arqueada
El sol vigila desde arriba
este pútrido basurero.
Un choque de miradas perdidas
y huele a Edén entre tus besos
Píntate una diana en el pecho
te lanzo palabras de amor a cañonazos
que si no las rompe tu cuerpo
vas a pasarte una vida en mis brazos
Tarde o, conocer a tus padres
Se lo que piensas
Me lo dicen tus labios de cereza
lo chillan eso, que llamas tu ojos,
Y yo, caramelos de menta
Me cuentan que podrías pasarte la tarde
lamiendo monotonía de mis labios
como todas las tardes de Noviembre
como todos los Noviembres del año
Nos arropan las hojas de otoño
calentando este otoño de amor bajo la manta
tapando los pétalos de pasión marchita
rompiendo el cronómetro a la nada
Pero el Sol baja ya, querida,
y romper el reloj no lo para
la cuenta hacia la noche dolida
cae como futuras lagrimas desesperadas
Noche o, los cristales bajo tu ventana
Aquí esta de nuevo la pasión
arde la sangre, a la sangre llama
pasión para gritarte
para tirarte reproches a la cara
No digas que ya no me quieres
que la tuya no es ya mi cama
no rompas el nosotros en cenizas
ardiente zorra descontrolada
¡Llamame por mi nombre!
¡Ese que tanto dibujabas!
¡Hipócrita, sal de mi vida!
¡Vete donde pueda convertirte en nada!
Dejame lamer mi herida
No lo esperes, no voy a bajar la cara
No seras ni un recuerdo sin vida
saca de mi cajón tus bragas
Madrugada o, saltar seria demasiado fácil
Y no ha quedado nada en los cajones
Ni amor ni calcetines
Para joder mi vida echo cojones,
para ser un cobarde que se ahoga entre cojines
Las estrellas me miran llorosas
El teléfono me llama culpable
La cerveza escupe en el hueco de sus cosas
Las manos gimen palpitantes
Tengo su nombre tatuado en la mente
futuros de amor con tinta imborrable
Tengo un cartel de idiota en la frente
y una cara de ir a morir sin nadie
Sabor a Orfidal en la boca
que no recuerda ya la cereza
amaneceré otra vez sin ropa,
con legañas, pero sin ella.